TÍTULO ORIGINAL: Rocky
AÑO: 1976
DURACIÓN: 119 minutos
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: John G. Avildsen
GUIÓN: Sylvester Stallone
PRODUCCIÓN: Robert Chartoff e Irwin Winkler para Chartoff-Winkler Productions y United Artists
FOTOGRAFÍA: James Crabe
MONTAJE: Scott Conrad y Richard Halsey
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: James H. Spencer
MÚSICA: Bill Conti
INTÉRPRETES: Sylvester Stallone (Rocky Balboa), Talia Shire (Adrian Pennino), Burt Young (Paulie Pennino), Carl Weathers (Apollo Creed), Burgess Meredith (Mickey Goldmill), Thayer David (George Jergens), Joe Spinell (Tony Gazzo), Jodie Letizia (Marie)
GÉNERO: drama // deporte / boxeo
ARGUMENTO
Rocky es un boxeador fracasado que despúes de más de sesenta combates se sigue partiendo la cara en cuadriláteros de poca categoría por 40 dólares. Vive solo en un cuchitril del barrio obrero de Fishtown (Filadelfia). Secretamente está enamorado de Adrian, la tímida dependienta de la tienda de animales que frecuenta para alimentar a sus dos tortugas, única compañía del púgil. Para llegar a fin de mes trabaja esporádicamente como recaudador del hampón del barrio, el señor Gazzo, lo que no impide que sus vecions aprecien a Rocky por su entereza y bondad. Su repentina expulsión del gimnasio en el que se entrena genera un enfrentamiento con Mickey, el viejo mánager que regenta el local, quien le ha retirado la confianza y le aconseja dejar el boxeo. Simultáneamente, Rocky se aventura a cortejar a Adrian hasta conseguir el deseado noviazgo a pesar de la oposición de su hermano Paulie, un hombre pusilánime que subsiste trabajando en un matadero cuando no está borracho. En esas fechas, el campeón del mundo de los pesos pesados, Apollo Creed, está en la ciudad. Ha invertido una gran suma de dinero en publicidad para su próximo combate y se le ocurre una idea para rentabilizar el evento: dará una oportunidad de pelear a un boxeador local. Rocky tiene la suerte de ser el elegido, en la confianza de que no durará tres asaltos en pie. Su suerte cambia, aunque se encuentra indefenso ante la polvareda mediática que le presenta como un pelele del campeón. Un arrepentido Mickey irrumpe en su casa ofreciéndose a entrenarle y con ello llega la reconciliación entre ambos.
Rocky comienza a ponerse en forma: a las carreras matinales suceden las sesiones de entrenamiento golpeando las piezas de carne del matadero de Paulie que sustituyen al tradicional saco. Además, la relación con Adrian se consolida y el gruñón hermano acepta su consumado amor. La noche previa al combate, Rocky experimenta cierta frustración ante la certeza de una derrota segura. Sin embargo Adrian le convence de que si llega en pie al final habrá dejado de ser un perdedor. El día del combate Rocky recibe una tremenda paliza, pero su fortaleza moral y física le ayuda a aguantar los catorce asaltos frente a un incrédulo y agotado Apollo. Cuando suena la campana final el campeón se hace con la pelea por puntos, pero el ganador moral es Rocky, y el público corea su nombre mientras él y Adrian se funden en un abrazo.
COMENTARIO
A mediados de los setenta, Sylvester Stallone era un actor de reparto sin posibilidades de éxito que, frustrado ante la desdicha profesional, se decidió a escribir un guión inspirado en el combate de Chup Wepner y Muhammad Alí celebrado en 1975 en Cleveland. En esta pelea, Wepner le aguantó los quince asaltos pactados al campeón y solo cayó pocos segundos antes del final. Wepner, como el personaje de Rocky, solo era una medianía deportiva cuya gesta, aderezada con elementos biográficos del propio Stallone, inspiró la trama del film. El guión, escrito en tres días y titulado inicialmetne Paradise Alley, interesó a los productores Irwin Winkler y Robert Chartoff, que tras reunirse con el actor quedaron impresionadaos por su fe en el proyecto. Decididos a producir la película, llegaron a ofrecer 350.000 dólares por el guión con la idea de que lo protagonizara una estrella. Pero Stallone, obstinado en hacerse con el papel, les convenció de ello a cambio de no cobrar un dólar por su texto y realizar algunos cambios que modificaran el tono pesimista y oscuro del original. Con un millón de dólares de presupuesto, la película se rodó en 28 días bajo la dirección de oficio de John G. Avildsen, aunque Winkler y Chartoff tuvieron que avalar con la hipoteca de sus casas unos 100.000 dólares extras para poder terminarla.
El film anticipó el culto al cuerpo propio de los años ochenta y lanzó la carrera de Stallone como actor, director, guionista y productor de películas de acción, entre las que destacan, además de las cinco entregas de Rocky, las cuatro que inician la saga de Acorralado (First Blood, Ted Kotcheff, 1982), en las que interpreta al excombatiente de Vietnam John Rambo. Rocky revisó el subgénero de los filmes de boxeo haciéndolo evolucionar hacia un cine espectáculo en el que la violencia de los combates y la estética del músculo se convierten en ingredientes habituales. Combinando una trama de forja heroica con una clásica historia de amor consiguió calar en el gran púbico al presentar a América como la tierra de las oportunidades: Rocky, trasunto del propio Stallone, ejemplificaba de forma conmovedora la figura del perdedor de intachable moral capaz de alcanzar un sueño.
Precisamente, uno de los elementos clave de la cinta reside en la composición del personaje del boxeador de gran corazón y poco cerebro que se erige como un antihéroe popular diseñado para conseguir la empatía del público: su chupa de cuero, su sombrero, su insepararable pelota de goma, sus viejos mitones y su brutal corpulencia le aportan un aire de bravucón solitario que contrasta con su preocupación por los jóvenes de su barrio, su amor por los animales, su galante trato con la mujer a la que ama, su primitivo humor infantil o su piedad con los desfavorecidos. Pero, en conjunto, el tono crepuscular que gobierna su vida queda desplazado desde el momento en el que Rocky se topa con una oportunidad de redención en la que puede demostrarse a sí mismo que no es un perdedor.
La extraordinaria interprestacion de Stallone, verdadero artífice del proyecto, y el buen hacer de John G. Avildsen se unieron para fraguar un film repleto de pasajes memorables, entre los que destaca la secuencia de montaje en la que el protagonista se entrena subiendo las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia mientras suenan los compases del tema principal, compuesto por Bill Conti. En la misma, el sistema de filmación steadycam (una cámara sujeta a un sistema de poleas que evita movimientos bruscos del operador) fue utilizado por primera vez en el cine, proporcionando un pasaje épico en torno al afán de superación que mueve el esfuerzo.
Los dos primeros tercios de la película, filmados con teleobjetivos y cámara en mano, aportan cierto aire documental que inyecta realismo a una trama que, en su recta final, se precipita al registro del cine de acción de corte espectacular. Mediante un montaje que instroduce el punto de vista dentro del cuadrilátero (antecedente de la puesta en escena en Toro Salvaje (Martin Scorsese, 1980), el clímax de la película despliega una coreografía en la que caben imágenes ralentizadas que amplifican la violencia, planos cenitales y rápidos movimientos de cámara que subrayan el estado emocional de los personajes y una banda sonora que va creciendo en concordancia con la ascención dramática, todo ello rodado en chillones colores que estimulan el ojo del espectador.
→ Rocky fue todo un éxito al recaudar unos 110 millones de dólares antes de que la retiraran de cartel, convirtiéndose así en la quinta película más taquillera de todos los tiempos. Entre otros premios, obtuvo tres Oscar de los diez a los que fue nominada: mejor película, director y montaje. En su expansión serial Rocky ha generado hasta la fecha cinco secuelas cinematográficas y numerosos videojuegos. En 1982, se colocó en lo alto de la escalinata del Museo de Arte de Filadelfia, una estatua utilizada para la promoción de Rocky III (Sylvester Stallone, 1982), convirtiendo al actor en un icono popular de la ciudad.
Rocky comienza a ponerse en forma: a las carreras matinales suceden las sesiones de entrenamiento golpeando las piezas de carne del matadero de Paulie que sustituyen al tradicional saco. Además, la relación con Adrian se consolida y el gruñón hermano acepta su consumado amor. La noche previa al combate, Rocky experimenta cierta frustración ante la certeza de una derrota segura. Sin embargo Adrian le convence de que si llega en pie al final habrá dejado de ser un perdedor. El día del combate Rocky recibe una tremenda paliza, pero su fortaleza moral y física le ayuda a aguantar los catorce asaltos frente a un incrédulo y agotado Apollo. Cuando suena la campana final el campeón se hace con la pelea por puntos, pero el ganador moral es Rocky, y el público corea su nombre mientras él y Adrian se funden en un abrazo.
COMENTARIO
A mediados de los setenta, Sylvester Stallone era un actor de reparto sin posibilidades de éxito que, frustrado ante la desdicha profesional, se decidió a escribir un guión inspirado en el combate de Chup Wepner y Muhammad Alí celebrado en 1975 en Cleveland. En esta pelea, Wepner le aguantó los quince asaltos pactados al campeón y solo cayó pocos segundos antes del final. Wepner, como el personaje de Rocky, solo era una medianía deportiva cuya gesta, aderezada con elementos biográficos del propio Stallone, inspiró la trama del film. El guión, escrito en tres días y titulado inicialmetne Paradise Alley, interesó a los productores Irwin Winkler y Robert Chartoff, que tras reunirse con el actor quedaron impresionadaos por su fe en el proyecto. Decididos a producir la película, llegaron a ofrecer 350.000 dólares por el guión con la idea de que lo protagonizara una estrella. Pero Stallone, obstinado en hacerse con el papel, les convenció de ello a cambio de no cobrar un dólar por su texto y realizar algunos cambios que modificaran el tono pesimista y oscuro del original. Con un millón de dólares de presupuesto, la película se rodó en 28 días bajo la dirección de oficio de John G. Avildsen, aunque Winkler y Chartoff tuvieron que avalar con la hipoteca de sus casas unos 100.000 dólares extras para poder terminarla.
El film anticipó el culto al cuerpo propio de los años ochenta y lanzó la carrera de Stallone como actor, director, guionista y productor de películas de acción, entre las que destacan, además de las cinco entregas de Rocky, las cuatro que inician la saga de Acorralado (First Blood, Ted Kotcheff, 1982), en las que interpreta al excombatiente de Vietnam John Rambo. Rocky revisó el subgénero de los filmes de boxeo haciéndolo evolucionar hacia un cine espectáculo en el que la violencia de los combates y la estética del músculo se convierten en ingredientes habituales. Combinando una trama de forja heroica con una clásica historia de amor consiguió calar en el gran púbico al presentar a América como la tierra de las oportunidades: Rocky, trasunto del propio Stallone, ejemplificaba de forma conmovedora la figura del perdedor de intachable moral capaz de alcanzar un sueño.
Precisamente, uno de los elementos clave de la cinta reside en la composición del personaje del boxeador de gran corazón y poco cerebro que se erige como un antihéroe popular diseñado para conseguir la empatía del público: su chupa de cuero, su sombrero, su insepararable pelota de goma, sus viejos mitones y su brutal corpulencia le aportan un aire de bravucón solitario que contrasta con su preocupación por los jóvenes de su barrio, su amor por los animales, su galante trato con la mujer a la que ama, su primitivo humor infantil o su piedad con los desfavorecidos. Pero, en conjunto, el tono crepuscular que gobierna su vida queda desplazado desde el momento en el que Rocky se topa con una oportunidad de redención en la que puede demostrarse a sí mismo que no es un perdedor.
La extraordinaria interprestacion de Stallone, verdadero artífice del proyecto, y el buen hacer de John G. Avildsen se unieron para fraguar un film repleto de pasajes memorables, entre los que destaca la secuencia de montaje en la que el protagonista se entrena subiendo las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia mientras suenan los compases del tema principal, compuesto por Bill Conti. En la misma, el sistema de filmación steadycam (una cámara sujeta a un sistema de poleas que evita movimientos bruscos del operador) fue utilizado por primera vez en el cine, proporcionando un pasaje épico en torno al afán de superación que mueve el esfuerzo.
Los dos primeros tercios de la película, filmados con teleobjetivos y cámara en mano, aportan cierto aire documental que inyecta realismo a una trama que, en su recta final, se precipita al registro del cine de acción de corte espectacular. Mediante un montaje que instroduce el punto de vista dentro del cuadrilátero (antecedente de la puesta en escena en Toro Salvaje (Martin Scorsese, 1980), el clímax de la película despliega una coreografía en la que caben imágenes ralentizadas que amplifican la violencia, planos cenitales y rápidos movimientos de cámara que subrayan el estado emocional de los personajes y una banda sonora que va creciendo en concordancia con la ascención dramática, todo ello rodado en chillones colores que estimulan el ojo del espectador.
→ Rocky fue todo un éxito al recaudar unos 110 millones de dólares antes de que la retiraran de cartel, convirtiéndose así en la quinta película más taquillera de todos los tiempos. Entre otros premios, obtuvo tres Oscar de los diez a los que fue nominada: mejor película, director y montaje. En su expansión serial Rocky ha generado hasta la fecha cinco secuelas cinematográficas y numerosos videojuegos. En 1982, se colocó en lo alto de la escalinata del Museo de Arte de Filadelfia, una estatua utilizada para la promoción de Rocky III (Sylvester Stallone, 1982), convirtiendo al actor en un icono popular de la ciudad.
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