Mostrando entradas con la etiqueta cortometraje. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cortometraje. Mostrar todas las entradas

jueves, 25 de julio de 2013

CINE MUDO - El asesinato del duque de Guisa


TÍTULO ORIGINAL: L'assassinat du duc de Guise
AÑO: 1908
DURACIÓN: 15 minutos (300 metros)
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Charles Le Bargy (dirección de actores) y André Calmettes (puesta en escena)
GUIÓN: Henri Lavedan
PRODUCCIÓN: Film d'art
DECORADOS: Émile Bertin
MÚSICA: Camille Saint-Saëns
INTÉRPRETES: Charles Le Bargy (Enrique III), Albert Lambert (el duque de Guisa), Gabrielle Robinne (la marquesa), Berthe Bovy
GÉNERO: drama // histórico / siglo xvi / cine mudo / orígenes del cine / cortometraje

Hasta el momento apenas había podido considerarse un vulgar divertimento de feria, pero el cine se eleva ahora a la altura de las artes "nobles": para ello se procura los servicios de la Comedia y de la Academia francesas.


ARGUMENTO

Francia, 1588. El rey Enrique III decide desembarazarse de su encumbrado rival Enrique de Lorena, duque de Guisa. Lo convoca a su castillo de Blois. A pesar de las advertencias de su amante la marquesa de Noirmoutiers, que sabe que se avecina un drama, el duque acepta, seguro de su autoridad. A la hora convenida, en el Cabinet-Vieux, será apuñalado por los guardias del rey. Éste último, que ha asistido al crimen oculto tras un tapiz, manda quemar el cuerpo, "todavía más grande muerto que vivo", en tanto que la marquesa rompe a llorar, dejando escapar su dolor.



COMENTARIO: hacia una legitimación cultural del cine

En 1908 las pantallas francesas son invadidas por farsas groseras y por melodramas edulcorados... que hacen las delicias del público popular. La elite le hace ascos a ese "divertimento de idiotas". Ansiosos por "elevar el nivel del cinematógrafo", y aumentar su público, unos editores industriosos, los hermanos Lafitte, crean la Société du Film d'art. Apelan a artistas de teatro y a los "grandes temas". Otras firmas los imitarán, notablemente la Société cinématographique des auteurs et gens de lettres (SCAGI) de Pierre Decourcelle.

Film-manifiesto, El asesino del duque de Guisa reunió en sus títulos de crédito los nombres de un académico (Henri Lavedan), de actores del Français y de un compositor de renombre (Camille Saint-Saëns), encargado de componer una partitura original, algo que no se había visto hasta entonces. En el plano técnico, el film no carece de cualidades. Su influencia fue sobre todo sensible en el extranjero: Griffith y Dreyer, entre otros, encontraron allí las primicias de una nueva dramaturgia.

El Film d'art continuó sus actividades hasta 1920, bajo el impulso de Louis Nalpas. Sarah Bernhardt rodará allí La dama de las camelias (1912), y también allí debutará Abel Gance. Louis Delluc ha rendido homenaje a sus promotores en los siguientes términos: "Haber comprendido antes que nadie en Francia que el cine era o sería un arte constituye un egregio título de gloria". El asesino del duque de Guisa marca el fin del período feriante del cine; concreta el divorcio entre los pioneros y los maestros de la industria" (Henri Langlois).

El Servicio de archivos del cine restauró en 1980 la versión original teñida del film, agregándole la música de Saint-Saëns. Presentado en el Palais des Arts en París, en presencia de Gabrielle Robinne, el film volvió a anotarse un éxito.

miércoles, 24 de julio de 2013

CINE MUDO - Historia de un crimen


TÍTULO ORIGINAL: Histoire d'un crime
AÑO: 1901
DURACIÓN: 110 metros (seis cuadros)
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Ferdinand Zecca
GUIÓN: Ferdinand Zecca
DECORADOS: Ferdinand Zecca
FOTOGRAFÍA: Ferdinand Zecca (blanco y negro)
PRODUCCIÓN: Pathé Frères
INTÉRPRETES: Jean Liézer (el asesino),
Bretteau, Ferdinand Zecca
GÉNERO: drama // crimen / policiaco / cine mudo / orígenes del cine / cortometraje

El cine primitivo aprovecha todo lo que encuentra: hadas de Châtelet, noticieros trucados, pasiones profanas o religiosas, cuadros del museo Grévin. Ferdinand Zecca fue el artesano cualificado de este crisol, y tal vez su poeta.



ARGUMENTO

La celda de un condenado a muerte. El culpable, acostado sobre su jergón, repasa en sueños los episodios de su vida, que lo han conducido a donde se encuentra: juventud aventurera, malas compañías, caída fatal en el alcoholismo, asesinato de un empleado de banco... En el último cuadro se ve subiendo al cadalso y despierta bruscamente. En ese momento entra el verdugo, seguido de la comitiva judicial. El hombre será ejecutado.



COMENTARIO: en la pista sangrienta

Ferdinand Zecca fue el hombre de confianza de Charles Pathé, quien apreciaba su habilidad. Habiendo debutado en el ambigú, tenía un sentido innato del espectáculo. Menos artista que Méliès, fue sin embargo mejor comerciante. Abordó todos los géneros (cómico, fantástico, noticieros reconstituidos, escenas históricas, religiosas, etc.), pero su especialidad fue el género "realista", en el espíritu de Zola y de los melodramas populares que causaban sensación, y por los que el público enloquecía. Es dentro de esta serie que hay que ubicar Las víctimas del alcoholismo, La huelga, Los apaches de París y su obra maestra, Historia de un crimen, "pieza cinematográfica" inspirada en una puesta de escena (macabra) del museo Grévin. Los hallazgos abundan en sus producciones: en El melómano mudo (1899), Zecca inventa el primer gag... sonoro; en Historia de un crimen, crea el primer flashback de la historia del cine, aun cuando la técnica todavía sea algo sumaria (es en una claraboya practicada sobre el muro de la celda, como sobre un escenario giratorio de teatro, que el condenado ve desfilar las imágenes de su pasado); por otra parte, entremezcla hábilmente vistas documentales con escenas de estudio. Este hombre de múltiples talentos era un poeta cuyo talento hoy permanece ignorado.


Zecca formó un equipo sólido que dio sus títulos de nobleza al cine primitivo: Lucien Nonguet, autor de una primera versión de El acorazado Potemkin (1905); Gaston Velle, especialista en filmses con trucajes; André Heuzé (1890-1942), creador de las memorables "carreras de persecución" que constituyeron la gloria de Pathé. A partir de 1906, Zecca se limitó al papel de productor.  

CINE MUDO - La llegada del tren


OTROS TÍTULOS: Entrada de tren en estación
o Llegada de un tren a la estación de La Ciotat
TÍTULO ORIGINAL: L'arrivée
d'un train à La Ciotat
AÑO: 1895
DURACIÓN: 50 segundos
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Louis Lumière y Auguste Lumière
PRODUCCIÓN: Société Lumière
(los hermanos Lumière)
FOTOGRAFÍA: Louis Lumière (blanco y negro)
INTÉRPRETES: Familia Lumière y anónimos
GÉNERO: documental // trenes / cine mudo / orígenes del cine / cortometraje

"Louis Lumière, a través de los impresionistas, fue el descendiente de Flaubert, y también de Stendhal, para quien hizo pasear el espejo a lo largo de los caminos"
- Jean-Luc Godard



Descripción de la vista

Unas vías de ferrocarril en perspectiva diagonal. Sobre el andén, los viajeros endomingados que esperan. Un mozo se adelanta hacia la cámara. Desde el fondo del campo surge una locomotora y se detiene a la izquierda de la pantalla. La gente desciende de un compartimiento, entre ellos una dama con esclavina; otros se preparan para subir, como un hombre con su hatillo. No veremos partir el tren.

La cámara se hallaba emplazada cerca de la vía, con lo que el tren iba creciendo en tamaño a medida que se acercaba,
hasta que parecía que iba a incrustarse en la pantalla y a penetrar en la sala. La gente del público se agachó, gritó e
incluso hubo quien se levantó para irse. Estaban tan excitados como si se hubieran subido en una montaña rusa.


La puesta en marcha de un nuevo arte

El "estreno" del cine tuvo lugar, como se sabe, el 28 de diciembre de 1895 en el sótano de un café en el bulevar des Capucines, en París. Éste comprendía diez "vistas animadas" de menos de un minuto cada una, que representaban entre otras cosas la salida de los obreros de una fábrica, un chapuzón en el mar, el almuerzo de un bebé o la farsa de un niño travieso en un parque. A esta velada -pública y de pago, a un franco la entrada- le había precedido una preview con ocasión de un congreso de fotografía el 10 de junio del mismo año, en Lyon, patria de los inventores. No era la primera vez que se veían imágenes en movimiento proyectadas sobre la pantalla; sin embargo, nunca hasta entonces la noción de film, completo, estructurado, contando quizá una historia (aquélla del regador regado, por ejemplo) se había impuesto con tan fulgurante evidencia.

El famoso cortometraje La llegada del tren, un documental de una sola secuencia que demostraba
las enormes posibilidades de la composición de la imagen cinematográfica.

La primera gran emoción ante la pantalla fue sin lugar la que provocó La llegada del tren, proyectaa en enero de 1896. La vista había sido tomada en la estación de Ciotat, donde un trayecto del P.L.M. El operador había colocado su cámara de manera que pudiera englobar la totalidad de la "acción". El efecto sobre el público fue apabullante, pues los espectadores se escondieron bajo las butacas, convencidos de que la locomotora se disponía a aplastarlo. Por la magia del movimiento, este documento banal adquiría una dimensión fantasmagórica. Conjuga, como lo señala el historiador Vincent Pinel, el realismo de la profundidad de campo, la potencia dramática del "plano secuencia" y los azares del "directo".

Las otras "vistas" realizadas por Louis Lumière, acaso ayudado por su hermano mayor Auguste y que engloban unas cuarenta en total, entre marzo de 1895 y comienzos de 1896, son escenas ágiles enmarcadas en el mismo género. Explotan con desparpajo todas las posibilidades del cine, incluyendo el efecto burlesco (La charcuterie mécanique), los trucos (el muro demolido que se reforma en Demolición de un muro) y el anuncio publicitario (Salida de los obreros de las fábricas).
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...