La Lola Lola de El ángel azul (Der Blaue Engel, Josef von Sternberg, 1930), una cabaretera que arrastra a un digno profesor (Emil Jannings) a la perdición mientras canta "de la cabeza a los pies fui hecha para el amor", elevó a una actriz secundaria a la categoría de mito. Cuando la poderosa productora alemana UFA se trajo a Josef von Stenberg de Estados Unidos para dirigir su primer film sonoro alemán, el cineasta defendió a capa y espada a esta actriz prácticamente desconocida para interpretar el papel principal de El ángel azul, por encima de otras candidatas más populares como Brigitte Helm (protagonista de Metrópolis, Fritz Lang, 1926), Lucie Mannheim (amante de Heinrich Mann, autor de la novela en que se basa el film) o Trude Hesterberg (favorita de Jannings). La Marlene de El ángel azul es una belleza todavía no refinada por Hollywood, rechoncha y ataviada de forma tan lasciva como vulgar. De esta guisa, en el marco del cabaret Der Blaue Engel, su imagen funciona como puente entre el arte "desgenerado" de Otto Dix y Georg Grosz, que reflejaba la decadencia de la sociedad alemana, y el glamour de mujer fatal que rematará en su carrera norteamericana. El personaje fue el visado que el permitió a la Dietrich viajar a Hollywood, arropada por su mentor-pigmalión-director-y-amante. Aunque Sternberg confesó: "Yo no doté a Marlene Dietrich de una personalidad que no fuera la suya. Lo único que hice fue potenciar sus atributos".
PAREJA EN HOLLYWOOD
Sternberg y Dietrich se mantienen como pareja profesional en seis títulos del primer tramo de la carrera norteamericana de la actriz: Marruecos (Morocco, 1930), Fatalidad (Dishonored, 1931) La Venus rubia (Blonde Venus, 1932), El expreso de Shanghai (Shanghai Express, 1932) y El diablo era mujer (The Devil Is a Woman, 1935).
No hay comentarios:
Publicar un comentario